Aunque podemos encontrar diferentes formas y técnicas sobre cómo meditar, no existe ninguna perfecta o errónea, descubrir tu meditación favorita depende de tu estilo de vida y personalidad. Practicarlo es algo que requiere tener compromiso, recuerda que el mejor meditador es aquel que tiene constancia. Al final de este proceso podrás disfrutar de una mejora a nivel mental, emocional y física. Permítete sentir y liberar, y la respuesta a todo lo que no podías ver antes por consecuencia del estrés y diversos factores más, se va a presentar más rápido de lo que imaginabas. 

Beneficios de la meditación

Se han realizado diversos estudios sobre la mente que van desde consultas psicológicas, hasta escaneos a nivel cerebral a diferentes practicantes de la meditación y se han obtenido resultados increíbles sobre el impacto positivo que tiene la meditación en nuestra vida. Entre los beneficios podemos ver que nos ayuda a mejorar la estabilidad emocional, descansar y relajar la mente, aumenta la retención de información y sobre todo influye en nuestra forma de anclarnos en el presente mientras tomamos una mayor consciencia personal. 

A nivel químico el impacto sigue siendo sumamente favorable, pues ayuda a reducir la presión sanguínea, reduce las probabilidades de sufrir trastornos psicológicos, a controlar y regular la respiración, relaja el metabolismo y la musculatura, reduce el volumen de la amígdala (conjunto de neuronas encargadas del procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales, entre ellas el miedo) y al utilizarla como terapia reducimos ansiedad, depresión y distintos síntomas del estrés como: el cansancio, la falta de concentración y dolor en distintas zonas del cuerpo. 

Consejos para iniciar en esta práctica

-Constancia: vuelve esta práctica un hábito, tal como cuando comienzas un régimen de alimentación o empiezas a hacer ejercicio, es algo que en un principio podría parecer pesado, pero al paso de los días lo terminarás disfrutando y volviéndolo parte de tu estilo de vida. Con tan solo hacerlo por 10 minutos al día podrás disfrutar de los beneficios de la meditación. 

-Cuida tu postura: no importa si lo practicas sentado o acostado, siempre es importante cuidar que nuestro cuerpo esté cómodo sin que sienta algún dolor o sufra de estrés. Recuerda que durante la meditación debemos procurar no movernos, entonces es de suma importancia tomarnos el tiempo necesario para encontrar una posición favorable. 

-Control mental: durante las primeras sesiones es común no relajarnos y dedicar el tiempo a pensar en otras cosas, esto como consecuencia del estrés, no te castigues por ello, siempre es mejor volver a empezar y encontrar el punto de concentración, sin que los pensamientos invadan tu mente de nuevo. 

-Paciencia: concentrarte en tu postura, respiración y mente podría parecer complicado, pero con la dedicación suficiente es fácil de lograr. Simplemente piensa que es un momento de paz que te mereces, además es una forma muy interesante de conectar con tus emociones y necesidades. 

Técnicas de meditación para principiantes

-Relaja tus sentidos y concéntrate: esta técnica es una de las más sencillas pero efectivas, lo único que necesitas es sentarte (ya sea en el piso o en una silla) con la espalda totalmente recta y comenzar por centrar tu mirada en un punto. Poco a poco te podrás hacer consciente de tu respiración, hacer consciencia significa sentir cómo entra el aire, cómo viaja por nuestro cuerpo y cómo sale. Puedes mantener los ojos abiertos o si prefieres, puedes cerrarlos, manteniendo el ritmo de la respiración. Para esta meditación podrás: 

Repetir afirmaciones, mantras, mensajes positivos. 
Optar por una meditación guiada (en internet existen muchas con duraciones variadas, elige la que más te guste). 
Escuchar música con sonidos repetitivos. 

-Libérate del estrés: seguramente te has preguntado en más de una ocasión ¿cómo controlar el estrés?, el manejo de estrés suena muy sencillo cuando no lo vivimos directamente. El primer paso es reconocer que a veces las cosas no pueden cambiar en ese preciso momento, una meditación que nos permita fluir y observar nuestros pensamientos de forma externa es la mejor opción. Meditar no siempre se trata de excluir de nuestra mente cualquier pensamiento negativo, a veces también nos invita a no huir de ellos, sino aprender a observarlos. Esta meditación también puedes hacerla sentada sobre el piso o sobre una silla, siempre hay que comenzar reconociendo nuestra respiración y luego de cerrar los ojos, mirar todo lo que pasa por nuestra mente sin intentar resolver nada, solo mirar como pasa cada pensamiento. 

Al finalizar esta meditación probablemente tendremos muchas respuestas, por lo que podría ser de ayuda tener una libreta para apuntar como nos sentimos. Acompaña esta sesión con los sonidos de la naturaleza que más te gusten. 

-Dormir bien: Para esas noches en las que no logras conciliar el sueño o duermes sin descansar, te compartimos esta técnica de meditación para dormir mejor. Esta ocasión te recomendamos recostarte sobre tu cama acompañado de una luz tenue. Recuerda alejar cualquier distractor tecnológico como celular o televisor. Comenzarás concentrándote en tu respiración, vas a inhalar y exhalar lo más profundo y lento posible. Poco a poco trata de apagar cualquier pensamiento negativo o preocupación de tu mente. Después empezarás con algo que llamamos escaneo o repaso corporal, en donde con tu mente pasarás por cada parte de tu cuerpo empezando por los pies y terminando en la cabeza, cuestionando que sientes. De esta forma sentirás tu cuerpo mucho más ligero, relajado, sin tanto peso energético y tensión muscular. 

Te sugerimos acompañar tu meditación con sonidos binaurales, los compañeros perfectos para dormir van desde 0.5 hz hasta 10.5 hz, elige el nivel que no te ocasione ninguna incomodidad o malestar. 

Pasos para crear tu espacio sagrado

Antes de meditar es de suma importancia contar con un lugar donde podamos hacerlo sin distracciones y con los elementos necesarios para alcanzar un estado máximo de paz y bienestar, por ello te queremos compartir algunos consejos para lograr tener tu propio templo de la meditación: 

1.Elige un lugar privado en donde nadie te pueda estar interrumpiendo constantemente. 
2.La limpieza es clave. Un espacio visiblemente despejado ayuda a despejar la mente.  
3.Ventilación: siempre opta por un lugar donde circule bien el aire, así te oxigenarás constantemente y evitarás quedarte dormida en la sesión.  
4.Invierte en un tapete de yoga o cojines para ayudarte a sentir mucho más cómoda.  
5.Ambientación: el toque final serán tus herramientas de apoyo como los aromas (pueden ser con inciensos, velas o difusores), puedes utilizar algunos cuarzos o plantas y para la parte auditiva puedes contar con música relajante, sonidos binaurales o cuencos tibetanos. 

Recuerda acompañar tus ejercicios o meditación con una alimentación saludable, ya que cuidar tu alimentación todos los días, es la mejor forma de sentirse y verse bien. Por eso, cocina con Nutrioli Spray, que con sólo 5 calorías por disparo, reduce y controla calorías en todos tus platillos.