La pasta es uno de los alimentos más populares en todo el mundo, pero también uno de los más rodeados de creencias equivocadas. Muchas personas la eliminan de su alimentación por miedo a subir de peso o porque creen que no es saludable. En realidad, la pasta puede formar parte de una alimentación equilibrada si se consume con moderación y se acompaña de ingredientes nutritivos. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre este alimento y explicamos por qué no es necesario dejar de disfrutarlo.
La pasta aumenta el peso corporal
Una de las creencias más comunes es que comer pasta puede aumentar considerablemente el peso de una persona. Esto es falso. No es la pasta en sí la que contribuye al aumento de peso, sino la cantidad total de calorías que se consume en el día y la calidad de los acompañamientos de manera constante. De hecho, la pasta es una buena fuente de energía gracias a los carbohidratos que contiene. Según BBC Mundo (s.f.), cuando se consume con moderación y se combina con verduras, proteínas magras y grasas saludables, puede formar parte de una alimentación completa.
El problema no está en la pasta en sí, sino en cómo se incluye dentro del resto de la alimentación. Por eso, es importante acudir con un especialista en nutrición que pueda indicar cuáles son las porciones adecuadas según las necesidades de cada persona. Factores como la edad, el nivel de actividad física, el estado de salud y los objetivos personales influyen directamente en la cantidad recomendada. Un profesional puede guiarte sobre cómo integrar la pasta de forma balanceada, sin necesidad de eliminarla ni temerle.
No se puede comer pasta por la noche
Este también es un mito. La pasta al igual que otros cereales son una fuente de carbohidratos que brindan energía, un exceso de energía no gastada durante la noche puede causar con el tiempo un aumento de peso. No hay necesidad de evitar la pasta en la noche, siempre y cuando cenes 2 horas antes de acostarte y se integre dentro de una alimentación equilibrada, complementándola con proteína y verduras, y esté acorde a tus necesidades energéticas.
Todas las pastas pueden incluirse en una alimentación equilibrada
Tanto la pasta convencional como la pasta integral o las que están elaboradas con verduras pueden formar parte de una alimentación equilibrada. Lo importante es conocer las características de cada una y saber combinarlas. La pasta integral, por ejemplo, tiene mayor contenido de fibra y puede ser una buena opción para quienes buscan mejorar su digestión o controlar los niveles de azúcar en sangre. Los beneficios de comer pasta integral incluyen una mayor sensación de saciedad y un impacto más bajo en el índice glucémico, en comparación con la pasta esencial de trigo. Las pastas hechas con verduras ofrecen variedad nutricional y aportan más proteína vegetal y micronutrientes. Por otro lado, las pastas esenciales de trigo son ricas también en vitaminas y minerales ideales para complementar tus platillos. En el recetario virtual de Nutrioli puedes encontrar recetas saludables con diferentes tipos de pasta.
El tiempo de cocción varía según el tipo de pasta
Esto es completamente cierto. No todas las pastas se cocinan igual. Las pastas integrales suelen requerir un poco más de tiempo que las esenciales. Por eso, siempre es importante leer las instrucciones del empaque y probar la pasta antes de retirarla del fuego. Una cocción adecuada ayuda a mantener su sabor y textura, además de conservar mejor sus propiedades nutricionales.
Vertir aceite al agua para que la pasta no se pegue no funciona
Este es considerado un consejo, agregar aceite al agua hirviendo no evita que la pasta se pegue. En realidad, el aceite se queda en la superficie del agua y no tiene contacto con la pasta. Para evitar que se pegue, lo mejor es usar suficiente agua y revolverla ocasionalmente durante la cocción. Sin embargo, puedes usar aceite de oliva, pero como parte de la receta, por ejemplo, en una salsa o como toque final para dar sabor.
¿Qué tipo de salsas son más saludables para acompañar la pasta?
Las salsas más recomendadas son aquellas que se preparan en casa con ingredientes frescos. Algunas opciones saludables incluyen salsas a base de tomate natural, verduras salteadas, aceite de oliva y especias o hierbas. Estas opciones aportan nutrientes y evitan el exceso de sodio que suelen tener las salsas industriales. También es importante evitar las salsas que contienen crema, embutidos o grandes cantidades de queso.
La pasta no es un enemigo de la salud. Al contrario, puede ser una excelente fuente de energía y nutrientes cuando se consume con moderación y se acompaña con alimentos frescos y variados. Conocer la verdad detrás de los mitos ayuda a tomar decisiones informadas y disfrutar de los alimentos sin culpa. Si se busca variedad, sabor y practicidad, la pasta sigue siendo una opción saludable dentro de una alimentación equilibrada.
Referencias:
BBC Mundo. (s.f.). ¿Por qué la pasta puede ser buena para la salud, según una nutricionista? https://www.bbc.com/mundo/noticias-64254977