La pasta es uno de los alimentos más versátiles y apreciados en todo el mundo. Su capacidad para adaptarse a distintas recetas la convierte en una opción popular para cualquier ocasión. Según la BBC (2023), la pasta es una fuente importante de energía y nutrientes, especialmente cuando se combina con acompañamientos saludables. Sin embargo, en el ámbito de la nutrición, a menudo surgen preguntas sobre su aportación nutricional y de cómo incorporarla dentro de una alimentación equilibrada. En este artículo podrás explorar los diferentes tipos de pasta y conoce algunos consejos prácticos para agregarle un plus saludable a su consumo.
Tipos de pasta: variedad para todos los gustos
La pasta viene en diversas presentaciones y estilos, por lo que es posible adaptarla a distintas necesidades y gustos:
Pasta normal: es la versión clásica elaborada con harina de trigo refinada. Contiene carbohidratos que aportan energía de manera inmediata y es rica en vitamina B1, B2 y B3, esenciales para el metabolismo energético.
Pasta integral: hecha con harina de trigo integral, esta opción conserva el salvado y el germen del grano, lo que le proporciona un mayor contenido de fibra, favoreciendo la salud digestiva. Además, aporta micronutrientes como hierro y zinc, fundamentales para el transporte de oxígeno y el buen funcionamiento del sistema inmune.
Pasta con vegetales: esta variedad de pasta integra ingredientes naturales en su elaboración. Aportan color, sabor y nutrientes adicionales dependiendo del tipo de verdura con la que es elaborada.
¿Qué tipo de alimento es la pasta?
La pasta es un alimento que pertenece al grupo de los cereales, su principal componente son los carbohidratos complejos, los cuales proporcionan energía de forma sostenida. Además, la pasta contiene una serie de micronutrientes importantes, como vitaminas del grupo B y en algunos casos, vitamina B12, que son esenciales para el metabolismo energético, la salud del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. También aporta minerales como hierro y magnesio, aunque en menor cantidad, dependiendo del tipo de pasta y su elaboración.
Una de las principales virtudes de la pasta radica en su capacidad para combinarse con otros ingredientes saludables, lo que suma beneficios haciéndola una opción más completa para integrarla en el menú de la semana. Por sí sola, la pasta es una excelente fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan energía sostenida y son esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo, especialmente para actividades físicas y mentales.
Otra ventaja de la pasta es que es naturalmente baja en grasas y no contiene colesterol, lo que la convierte en una base versátil para comidas saludables. Es importante destacar que la pasta es un alimento que puede adaptarse a diferentes necesidades y preferencias. Por ejemplo, la pasta integral proporciona un mayor contenido de fibra, que beneficia la digestión y ayuda a mantener una salud intestinal adecuada, mientras que las versiones enriquecidas con vegetales añaden antioxidantes, vitaminas y minerales adicionales.
La clave está en consumir una porción adecuada según las necesidades individuales, recuerda que es importante consultar a un profesional de la salud para que te pueda compartir un plan alimenticio adecuado para ti y tu familia.
¿Cómo maximizar los beneficios de la pasta?
Para que la pasta sea aún más nutritiva y completa, es importante prestar atención a los acompañamientos y preparaciones que se eligen. Aquí algunas recomendaciones para que puedas enriquecer tus platillos:
Proteínas y verduras: agrega proteínas magras como pollo, pavo, pescado o legumbres como lentejas o garbanzos. Incorpora verduras frescas como espinacas, champiñones, calabacín, pimientos o brócoli para aportar fibra y micronutrientes.
Grasas saludables: incluye ingredientes como aceite de oliva, aguacate o frutos secos como nueces y almendras, que ofrecen beneficios para el corazón y el sistema inmunológico. Es recomendable preparar la pasta con aceites como Nutrioli, que aportan beneficios adicionales gracias a que cuenta con omegas 3 y 6 que contribuyen a estabilizar el metabolismo de las grasas en el organismo, lo que puede reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Opta por salsas caseras: evita las salsas procesadas, que suelen ser altas en sodio y grasas saturadas. En su lugar, prepara salsas caseras con jitomate natural, hierbas frescas y especias para un sabor más fresco y saludable.
Incorpora pastas con vegetales: estas opciones además de añadir un sabor distintivo también aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales adicionales.
Te dejamos aquí algunas recetas de pastas saludables elaboradas con ingredientes naturales y de fácil preparación.
Pasta Alfredo con pollo y brócoli
Pasta a la boloñesa
Pasta con camarón, ajo y limón
Uno de los principales mitos sobre la pasta es que su consumo puede llevar al aumento de peso. No obstante, esto depende de las porciones y los acompañamientos elegidos. Por sí sola, la pasta es un alimento bajo en grasas y rico en carbohidratos complejos que, al combinarse adecuadamente, puede formar parte de un menú saludable.
También es común pensar que la pasta normal es menos nutritiva que la integral. Si bien la pasta integral tiene más fibra, ambas opciones son fuentes valiosas de energía y micronutrientes. Por ello, la elección entre una y otra puede basarse en las necesidades individuales y las preferencias personales.
Al preparar pastas con ingredientes frescos, proteínas magras y grasas saludables, se transforma en una comida completa que aporta energía y bienestar.
¿Qué receta vas a preparar para disfrutar de todos los beneficios de la pasta?
Referencia:
BBC. (2023). Cómo elegir pastas saludables y sostenibles. Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-64254977