¿Sabías cómo se hace la pasta? Aquí te contamos

Todo comienza con el cultivo de trigo duro, un cereal con características únicas. A diferencia del trigo blando que se utiliza en repostería, el trigo duro posee una textura más firme y un color dorado más intenso. Este tipo de grano es ideal para la elaboración de pasta porque tiene un alto contenido de proteínas y gluten, lo que da como resultado una textura firme al cocerse.

Existen diferentes variedades de trigo duro, cultivadas en distintas regiones del mundo con climas cálidos y secos. Estos cultivos producen granos ricos en nutrientes que son la base de productos como la sémola integral de trigo duro, una harina gruesa que conserva gran parte de la fibra y nutrientes del grano.

¿Qué es la sémola de trigo duro?

Cuando se muele el trigo duro, se obtiene una harina de textura granulada conocida como sémola de trigo duro. Esta sémola puede ser refinada o integral, dependiendo de si se conserva la capa externa del grano. La versión integral mantiene una mayor proporción de fibra, vitaminas y minerales, lo que aporta beneficios importantes a nuestra alimentación.

Gracias a su composición, la sémola permite crear fideos con buena resistencia a la cocción, y una consistencia al dente muy apreciada. Los fideos de sémola de trigo duro no solo tienen una excelente textura, también conservan el valor nutricional del trigo, como el hierro, el magnesio y vitaminas del complejo B.

El proceso de producción de la pasta

Una vez que se obtiene la sémola, comienza el proceso de elaboración. Este consiste en mezclar la sémola con agua para formar una masa, que luego se prensa y se moldea en diferentes formas: espaguetis, coditos, fideos, entre muchos otros. Estos moldes dan lugar a los diferentes tipos de pastas que conocemos hoy.

Tras el moldeado, la pasta se seca a temperaturas controladas para preservar sus propiedades nutricionales. Este paso es clave para conservar el producto por más tiempo sin necesidad de añadir conservadores.

Gracias a este cuidado en la producción, la pasta de trigo duro logra mantener buena parte de los beneficios originales del cereal. Así, los granos y cereales como el trigo duro se transforman en una fuente de energía duradera y equilibrada para el día a día.

Tipos de harina para pastas y formas de cocinarlas

Dependiendo del resultado que se quiera lograr, se utilizan tipos de harina para pastas con diferentes grados de molienda. Para la pasta fresca, por ejemplo, se prefieren harinas más finas, como las que se usan en la cocina italiana tradicional. Estas harinas también pueden combinarse con huevo y otros ingredientes naturales para obtener masas más suaves.

En cambio, si se busca una opción con más fibra y textura, se puede optar por harinas integrales. Los tipos de harina para hacer pastas frescas varían también en contenido de gluten, lo que influye en la elasticidad y firmeza de la masa.

Un mundo de opciones

Hoy en día existen muchas formas de disfrutar la pasta. Desde los clásicos espaguetis con salsa de tomate hasta preparaciones más ligeras con verduras salteadas, el abanico de posibilidades es enorme.

Conocer el origen y el proceso detrás de los alimentos que consumimos nos permite elegir mejor. La pasta elaborada a partir de trigo duro y sémola de calidad conserva importantes nutrientes del cereal original. Te invitamos a disfrutar de platillos variados, llenos de sabor y valor nutritivo. En nuestro recetario virtual contamos con una gran cantidad de recetas que, al ser preparadas con ingredientes frescos y Aceite Nutrioli, logran incrementar su valor nutricional, haciéndolas aptas para el consumo de toda la familia.